BIOGRAFÍA

1994-07-08 (Vigo, España)

Iago Lastra Otero, nacido en Vigo en 1994, es un autor que, a pesar de su juventud, ha logrado consolidarse como una voz singular en el panorama de la literatura infantil y juvenil. Su elección por el oficio de escritor surgió de una profunda fascinación por las historias y la magia que contienen. Descubrió su pasión durante su adolescencia, buscando refugio y aventuras en las páginas de clásicos de fantasía y misterio, un escape que decidió convertir en su profesión. Inicialmente, su obra se centró en relatos cortos de fantasía, pero rápidamente encontró su voz distintiva en la creación de narrativas de misterio con elementos de aventura y, como se evidencia en su novela 'El eco del laberinto olvidado', una fuerte conexión con el entorno costero gallego. Su capacidad para construir atmósferas inquietantes y personajes memorables, aunados a una narrativa ágil y adictiva, lo han diferenciado de sus contemporáneos, recibiendo el prestigioso Premio Nacional de Literatura Infantil en 2023 y el reconocimiento del Público en la Feria del Libro de Guadalajara en 2024. Lo que muchos conocen de Iago es su profunda devoción por su perro, Nube, un border collie que ha sido su compañero constante durante la creación de sus libros y la inspiración detrás de muchos de sus personajes. Como cuenta su amigo y editor, Pablo Sánchez, 'Iago y Nube eran inseparables. Iago a menudo escribía sentados juntos, y la energía de Nube, su entusiasmo y su lealtad, se filtraban a las páginas. Muchos de los momentos más brillantes de 'El eco del laberinto olvidado' fueron impulsados por el comportamiento de Nube, lo que demuestra el vínculo inquebrantable entre el autor y su mascota.' Aunque Iago ha rechazado la idea de un estilo de vida público, prefiriendo la tranquilidad de su hogar y su estudio en Vigo, se mantiene activo en eventos literarios y participa en talleres para jóvenes escritores. Su dedicación a su familia, especialmente a su esposa y a sus dos hijos pequeños, es otro factor clave en su vida. A pesar de la creciente demanda de sus libros, Iago se ha mantenido fiel a su filosofía: 'Escribir es mi refugio, mi forma de entender el mundo. Y mi familia, sin duda, es el motor que me impulsa a seguir adelante'.